TORREBLANCA®
2011-01-15 20:37:14 UTC
Francisco Alarcón
ND
Venezuela, un país de damnificados
15 January, 2011
Desde el primer momento este régimen se puso en evidencia con la
tragedia ocurrida en el Estado Vargas, cuando no le pudo dar
respuestas para su recuperación ni aceptó la ayuda de norteamericana,
simplemente porque ya apuntaba hacia el comunismo y esto podía
constituir una abjuración contra Fidel Castro. Sin embargo, se
formaron organismos ampulosos con plenos poderes, que fenecieron en la
burocracia sin resolver el problema. Vargas sigue siendo el signo de
la degradación a pesar de que sus habitantes por esfuerzo propio han
regresado y tratado de reconstruir el estado. Millones y millones se
fueron en comisiones y lo único visible es el viaducto de la
autopista, que una vez caído no les quedó más remedio que contratar a
una empresa de la cuarta Republica para que lo restableciera.
Venezuela entró en barrena sin que se notara su ruina, se descuidaron
las carreteras ni un solo desempeño para mantenerlas igual que la
infraestructura física. Todo se iba desmoronando como si esta nación
no tuviera dolientes ni existiera gobierno alguno, al unísono acabaron
con las tradicionales efigies y estatuas que signaron la condición de
los venezolanos. Grafiítas y más grafiítas que glorificaban al Che
Guevara y a otros adefesios comunistas.
opinan los foristas
Asimismo fue el país degradándose con la inseguridad, es muy posible
que ahora descollemos en el ranking mundial entre los mayores
consumidores de drogas y alcohol; los homicidios se multiplicaron ante
la mirada impávida de quienes deberían velar por la ciudadanía. La
refutación es tender a ocultar los interfectos, secuestros y demás
delitos. Pero lo más grave está en la derrumbe de la calidad de vida,
que nos convirtió a todos en damnificados, con los cortes de luz,
servicio de aguas contaminadas, escasez de alimentos y medicinas-
nunca antes se advirtieron de esta manera las carencias-. Es la
ineptitud de los camaradas que no sirven ni para dirigir su propia
“revolución”, improvisando gente que no tienen aptitudes ni vocación
para servirle a la patria, llegaron con una carga de resentimientos y
creen estar redimiendo a este pueblo cuando es todo lo contrario,
jamás hubo mayor desprecio y humillación a los desposeídos; vedlos por
las calles deambulando y comiendo en los basureros, o corriendo de un
lugar a otro vendiendo mercaderías y formando parte de la economía
informal, aunque mi amigo Elías Eljuri los contabilice como
trabajadores fijos. La atención médica tocó fondo hace tiempo cuando
colapsó Barrio Adentro y se terminó de desatender a los hospitales
públicos. Actualmente no hay ni medicinas ni gasas ni mercurocromo en
ninguno de los antes nombrados. Los cubanos tampoco tienen la culpa de
la tarea que le asignaron ni esperaron encontrase mayor
desorganización en este país, que emergía para ellos como un paraíso,
con todos los recursos necesarios para realizar una labor decente.
Pero somos antiyanquis en boca de los camaradas, que subestiman los
ingresos que provienen de gringolandia, los que nos dan de comer a
nosotros y a los cubanos. Identificándose como los enemigos jurados
del Imperio, quienes son nuestros socios primordiales y les han
permitido más que “travesuras” a unos tantos mentecatos, que lo único
que saben decir es “no volverán”. Una consigna súper usada y
pronunciada sin ningún mérito para que les prorrogue su permanencia.
Esa consigna muy pronto se les revertirá y será el pueblo el encargado
soltársela una y otra vez; la incapacidad no tiene límites en las
hordas comunistas vernáculas, no sirvieron ni en los cargos que los
colocó su Comandante ni en los de elección popular, sencillamente
fueron unos improvisados que no lograron ni gobernar ni hacer una
“revolución”. Seguramente les tocará el “suplicio” de la retirada y la
justicia y los peces gordos huirán dejando una patria en ruinas yendo
a parar donde las revoluciones no existan y les permitan vivir en la
ocultación. No se puede ni mencionar una individualidad que haya
tenido dignidad para decir que esta “revolución” tuvo a fulano de tal,
hombre probo e idealista. Puros residuos de lo que fuera aquella
izquierda de los 60 fundidos a los nuevos depredadores. De ellos
recibimos la damnificación, un baluarte como para no seguir viviendo
aquí, como dijo Bolívar “Huid del país donde uno solo ejerce todos los
poderes: es un país de esclavos… “ Pues, así estamos todos los
damnificados de esta “revolución” moribunda.
ND
Venezuela, un país de damnificados
15 January, 2011
Desde el primer momento este régimen se puso en evidencia con la
tragedia ocurrida en el Estado Vargas, cuando no le pudo dar
respuestas para su recuperación ni aceptó la ayuda de norteamericana,
simplemente porque ya apuntaba hacia el comunismo y esto podía
constituir una abjuración contra Fidel Castro. Sin embargo, se
formaron organismos ampulosos con plenos poderes, que fenecieron en la
burocracia sin resolver el problema. Vargas sigue siendo el signo de
la degradación a pesar de que sus habitantes por esfuerzo propio han
regresado y tratado de reconstruir el estado. Millones y millones se
fueron en comisiones y lo único visible es el viaducto de la
autopista, que una vez caído no les quedó más remedio que contratar a
una empresa de la cuarta Republica para que lo restableciera.
Venezuela entró en barrena sin que se notara su ruina, se descuidaron
las carreteras ni un solo desempeño para mantenerlas igual que la
infraestructura física. Todo se iba desmoronando como si esta nación
no tuviera dolientes ni existiera gobierno alguno, al unísono acabaron
con las tradicionales efigies y estatuas que signaron la condición de
los venezolanos. Grafiítas y más grafiítas que glorificaban al Che
Guevara y a otros adefesios comunistas.
opinan los foristas
Asimismo fue el país degradándose con la inseguridad, es muy posible
que ahora descollemos en el ranking mundial entre los mayores
consumidores de drogas y alcohol; los homicidios se multiplicaron ante
la mirada impávida de quienes deberían velar por la ciudadanía. La
refutación es tender a ocultar los interfectos, secuestros y demás
delitos. Pero lo más grave está en la derrumbe de la calidad de vida,
que nos convirtió a todos en damnificados, con los cortes de luz,
servicio de aguas contaminadas, escasez de alimentos y medicinas-
nunca antes se advirtieron de esta manera las carencias-. Es la
ineptitud de los camaradas que no sirven ni para dirigir su propia
“revolución”, improvisando gente que no tienen aptitudes ni vocación
para servirle a la patria, llegaron con una carga de resentimientos y
creen estar redimiendo a este pueblo cuando es todo lo contrario,
jamás hubo mayor desprecio y humillación a los desposeídos; vedlos por
las calles deambulando y comiendo en los basureros, o corriendo de un
lugar a otro vendiendo mercaderías y formando parte de la economía
informal, aunque mi amigo Elías Eljuri los contabilice como
trabajadores fijos. La atención médica tocó fondo hace tiempo cuando
colapsó Barrio Adentro y se terminó de desatender a los hospitales
públicos. Actualmente no hay ni medicinas ni gasas ni mercurocromo en
ninguno de los antes nombrados. Los cubanos tampoco tienen la culpa de
la tarea que le asignaron ni esperaron encontrase mayor
desorganización en este país, que emergía para ellos como un paraíso,
con todos los recursos necesarios para realizar una labor decente.
Pero somos antiyanquis en boca de los camaradas, que subestiman los
ingresos que provienen de gringolandia, los que nos dan de comer a
nosotros y a los cubanos. Identificándose como los enemigos jurados
del Imperio, quienes son nuestros socios primordiales y les han
permitido más que “travesuras” a unos tantos mentecatos, que lo único
que saben decir es “no volverán”. Una consigna súper usada y
pronunciada sin ningún mérito para que les prorrogue su permanencia.
Esa consigna muy pronto se les revertirá y será el pueblo el encargado
soltársela una y otra vez; la incapacidad no tiene límites en las
hordas comunistas vernáculas, no sirvieron ni en los cargos que los
colocó su Comandante ni en los de elección popular, sencillamente
fueron unos improvisados que no lograron ni gobernar ni hacer una
“revolución”. Seguramente les tocará el “suplicio” de la retirada y la
justicia y los peces gordos huirán dejando una patria en ruinas yendo
a parar donde las revoluciones no existan y les permitan vivir en la
ocultación. No se puede ni mencionar una individualidad que haya
tenido dignidad para decir que esta “revolución” tuvo a fulano de tal,
hombre probo e idealista. Puros residuos de lo que fuera aquella
izquierda de los 60 fundidos a los nuevos depredadores. De ellos
recibimos la damnificación, un baluarte como para no seguir viviendo
aquí, como dijo Bolívar “Huid del país donde uno solo ejerce todos los
poderes: es un país de esclavos… “ Pues, así estamos todos los
damnificados de esta “revolución” moribunda.